Llegados ya al final del semestre, y aprovechando que vamos a realizar un test valorando como ha estado esta asignatura, lo que no ha aportado y lo que nos puede haber motivado para seguir ligados al periodismo cultural, aprovecho para organizar ideas, y de paso, despedir este blog, almenos en lo que a la asignatura se refiere.
Vayamos por partes. Primero están las clases del profesor Perceval, que se esperan con gran expectación después del gran concepto generalizado que los alumnos tienen de él gracias a su asignatura de primero. En esta segunda ocasión, no me ha pillado tan tierno, ni tan impresionable, pero aún así, y aunque no he tomado apuntes, aún es interesante escuchar de vez en cuando sus impresiones en temas como los diferentes estilos de ensayistas, o diferentes estilos de producciones culturales. Sin embargo, creo que han sido clases muy magistrales y planas, y he echado de menos algo más de implicación. Sé que el blog estaba para desmenuzar los temas tratados en clase, pero quizá, y por poner alguna pega, me hubiera volcado más con la asignatura si hubiera percibido esto del periodismo cultural como una cosa más cercana.
Se me podría decir que para eso estaban las clases de confección de la revista, con el profesor Figuerola, y es verdad. Entre todos hemos hecho una revista con la que nos hemos desligado de los temas más clásicos, o almenos de los más mediáticos. Podemos verla como un trabajo académico parecido a lo que nos encontraríamos trabajando en un medio cultural, e incluso alternativo. El problema es que la falta de continuidad y concreción desde el primer día hizo que el proyecto, aunque interesante, no acabara de enganchar al alumnado. Sé que no es culpa del profesor, que intentaba cerrar todo para que nuestros artículos salieran publicados, pero al ver que pasaban los días como clase se iba perdiendo la ilusión y eso motivo la irregularidad que en algunos casos se ha visto.
Sea como fuere, si esta asignatura me ha enseñado algo ha sido a apreciar más nuestro legado cultural. Ya no las piezas de museo, sino cualquier forma de expresión cultural, como nuestra música, o incluso las pinturas de graffitis. Porque cómo discutíamos un día en clase, todo puede ser cultura, y arte, si tiene algo que expresar y alguien disfruta recibiendo ese mensaje.
lunes, 25 de mayo de 2009
Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa es uno de los grandes escritores hispanos del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Peruano de naciomiento y español del adopción, su vida ha estado marcada por la literatura y la política, en la que siempre se ha mostrado muy activo. Aunque sus ideas no comulguen mucho con las mías, no está de más tenerlo en cuenta, y si bien no devoraré sus ensayos sobre política, en los que habla de literatura puede seducirte, y hacerte pasar un uen rato disfrutando de sus obras.
Lo primero que leí de Vargas Llosa fue su novela "La Casa Verde", de casualidad, ya que por una de mis hermanas la encontré en casa. Su manera de retratar a los personajes, dándole toques misteriosos, como al oscuro don Anselmo, o girando los personajes como Bonifacia, de casi novicia a la prostutituta más famosa del burdel que es esa caa verde, realmente fascina. Aún seduce más si descures que publicó un ensayo titulado "Historia secreta de una novela", en la que, si ien no es un manual técnico, si explica cómo mediante vivencias extraídas de expediciones por la selva amazónica peruana le marcaron tanto que las reflejó en esta su segunda novela, que fue la que le acabó de encumbrar.
Incluso es interesante leer a Vargas Llosa en "La tentación de lo imposible", ensayo en el que, mientras desgrana "Los Miserables" de Víctor Hugo, nos va dando pequeños nociones de cómo, según su parecer, debería de ser una teroía de la escritura.
Realmente no he leído más al escritor peruano, ni sus artículos, ni sus recogidos de artículos en libros ensayisticos. Pero su prosa y sus ensayos literarios, visto lo que he visto, merecen la pensa de ser sacados de la bilbioteca.
domingo, 24 de mayo de 2009
Refranero
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy - Pricipalmente porque ya no tienes más tiempo
Una sentencia que me viene como anillo al dedo
Una sentencia que me viene como anillo al dedo
Mejorado
Últimamente, por otras exigencias, tenía el blog algo olvidado. ¿Qué tiene que ver eso con esta entrada? Nada, pero a la vez todo. En esta entrada se describe el própio blog con un adjetivo. El adjetivo con ql que voy hacer mi descripción podría ser olvidado entonces. Podría, pero no, el adjetivo es mejorado.
Desde hace unos días decidí darle un aspecto decente a mi bitácora. Cambiarle el diseño, complementarlo con vídeos, links y fotografías, etc. En definitiva, hacer que sea agradable a la vista y a la lectura. Este es el resultado. Quizá no es el mejor blog el mundo, pero si me he pasado unas horitas trabajando.
Por eso, el adjetivo que describe mi blog es MEJORADO. No es tan original, ni buscado, ni culto que el de otros compañeros que he visto. Pero se trata de describir mi blog, y esta es la mejor palabra para hacerlo.
Desde hace unos días decidí darle un aspecto decente a mi bitácora. Cambiarle el diseño, complementarlo con vídeos, links y fotografías, etc. En definitiva, hacer que sea agradable a la vista y a la lectura. Este es el resultado. Quizá no es el mejor blog el mundo, pero si me he pasado unas horitas trabajando.
Por eso, el adjetivo que describe mi blog es MEJORADO. No es tan original, ni buscado, ni culto que el de otros compañeros que he visto. Pero se trata de describir mi blog, y esta es la mejor palabra para hacerlo.
Jornadas Imatge i Comic
Los pasados 15 y 16 de abril, se celebró en nuestra facultad de comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona las jornadas de conferencias “Imatge i Cómic. Des de Fortuny al Capitán Trueno. L’imaginari sobre el món àrab i l’Islam”. Queda claro entonces que las ponencias trataron principalmente, como se lleva muchos años dilapidando la imagen de los musulmanes, a los que desde occidente se les ha querido dar, y aún hoy en día muchas veces se les quiere dar, una imagen de salvajes, de menos inteligentes y menos desarrollados. Una imagen de inferiores, en definitiva.
Siguiendo este curso, se trataron varios de los aspectos que tergiversan la imagen del mundo árabe, haciendo que se llegue una imagen equivocada de una gente que con los tiempos que corren podemos tener al otro lado de la pared. La diferencia con otras es que cuando se hablaba de romper tópicos, se hacía tanto como para la visión pesimista como para la optimista y simpática, ya que también hubo conferencias que muestran esta otra cara de la moneda, que casi siempre pertenece oculta.
Un ejemplo de estas conferencias es la que hizo José María Perceval, titulada “Del abencerraje de la novela morisca al abencerraje romántico: la construcción del orientalismo”. En ella se explico la visión orientalista que se daba del mundo árabe en las novelas de abencerraje, poniéndonos dos ejemplos. Una del siglo XVI y otra del XIX. Si bien es verdad que encontrábamos una imagen del árabe poco habitual, más noble, inteligente, incluso más guapo y simpático, su honradez, su orgullo, su carácter honesto y todas estas otras cosas buenas que en teoría tendrían que servir para honrarle, hacen que acabe sucumbiendo ante el señor cristiano, perdiendo a su amor y sirviendo de esclavo, por ejemplo. Puede que describiendo a los árabes sean más fidedignas estas que les atribuyen características nobles, pero nadie pierde al amor de su vida o su libertad por honestidad, nadie es tan tonto ni capaz de sacrificar tanto. Esto demuestra esta visión occidentalista, en este caso positiva, pero no por ello menos utópica e irreal, que incluso sigue desprestigiando un poco lo musulmán.
Otro ejemplo es el proyecto de “Tebeoesfera”, el proyecto presentado por Manuel Barrero en su ponencia “Caricaturas y cómics sobre Mahoma y el Islam”. En su intervención, Barrero nos ilustró de cómo en la gran mayoría de cómics españoles del siglo XX en los que aparecían personajes magrebíes y subsaharianos, a los que se le supone musulmanes, con una descripción que no se suele ajustar a la realidad. Normalmente, eran dibujados con malas caras, usando un lenguaje muy incorrecto y con una actitud muy beligerante, provocando que el pueblo se creara muy mal concepto de los árabes. Cuando no era esta descripción, era la del torpe, despistado, o si no servil esclavo del señor. El vocabulario tampoco ayudaba, usando por doquier términos como “Moro”. Finalmente nos presentó www.tebeosfera.org, una “revista web” como prefiere llamarla, en la que se recopilan, catalogan y clasifican miles de cómics, para no perder esta otra forma de expresión que tenemos en nuestro legado cultural.
Como pudimos ver en estas jornadas, había muchísimas formas para intentar trasladar un mal concepto al pueblo de todo lo árabe. Los cómics eran un medio más utilizado en la campaña de desprestigio contra los musulmanes, que permitía llegar a mucha población, sobre todo niños, que crecían viendo a un árabe cómo un ser inferior. Esto puede ser una de las causas en que hoy en día, aún haya brotes de intolerancia entre nosotros para con los que provienen de más abajo del estrecho de Gibraltar, y una buena manera para empezar a solucionar el problema. Por algo se dice siempre que el primer paso para superar un problema es reconocer que se tiene.
Siguiendo este curso, se trataron varios de los aspectos que tergiversan la imagen del mundo árabe, haciendo que se llegue una imagen equivocada de una gente que con los tiempos que corren podemos tener al otro lado de la pared. La diferencia con otras es que cuando se hablaba de romper tópicos, se hacía tanto como para la visión pesimista como para la optimista y simpática, ya que también hubo conferencias que muestran esta otra cara de la moneda, que casi siempre pertenece oculta.
Un ejemplo de estas conferencias es la que hizo José María Perceval, titulada “Del abencerraje de la novela morisca al abencerraje romántico: la construcción del orientalismo”. En ella se explico la visión orientalista que se daba del mundo árabe en las novelas de abencerraje, poniéndonos dos ejemplos. Una del siglo XVI y otra del XIX. Si bien es verdad que encontrábamos una imagen del árabe poco habitual, más noble, inteligente, incluso más guapo y simpático, su honradez, su orgullo, su carácter honesto y todas estas otras cosas buenas que en teoría tendrían que servir para honrarle, hacen que acabe sucumbiendo ante el señor cristiano, perdiendo a su amor y sirviendo de esclavo, por ejemplo. Puede que describiendo a los árabes sean más fidedignas estas que les atribuyen características nobles, pero nadie pierde al amor de su vida o su libertad por honestidad, nadie es tan tonto ni capaz de sacrificar tanto. Esto demuestra esta visión occidentalista, en este caso positiva, pero no por ello menos utópica e irreal, que incluso sigue desprestigiando un poco lo musulmán.
Otro ejemplo es el proyecto de “Tebeoesfera”, el proyecto presentado por Manuel Barrero en su ponencia “Caricaturas y cómics sobre Mahoma y el Islam”. En su intervención, Barrero nos ilustró de cómo en la gran mayoría de cómics españoles del siglo XX en los que aparecían personajes magrebíes y subsaharianos, a los que se le supone musulmanes, con una descripción que no se suele ajustar a la realidad. Normalmente, eran dibujados con malas caras, usando un lenguaje muy incorrecto y con una actitud muy beligerante, provocando que el pueblo se creara muy mal concepto de los árabes. Cuando no era esta descripción, era la del torpe, despistado, o si no servil esclavo del señor. El vocabulario tampoco ayudaba, usando por doquier términos como “Moro”. Finalmente nos presentó www.tebeosfera.org, una “revista web” como prefiere llamarla, en la que se recopilan, catalogan y clasifican miles de cómics, para no perder esta otra forma de expresión que tenemos en nuestro legado cultural.
Como pudimos ver en estas jornadas, había muchísimas formas para intentar trasladar un mal concepto al pueblo de todo lo árabe. Los cómics eran un medio más utilizado en la campaña de desprestigio contra los musulmanes, que permitía llegar a mucha población, sobre todo niños, que crecían viendo a un árabe cómo un ser inferior. Esto puede ser una de las causas en que hoy en día, aún haya brotes de intolerancia entre nosotros para con los que provienen de más abajo del estrecho de Gibraltar, y una buena manera para empezar a solucionar el problema. Por algo se dice siempre que el primer paso para superar un problema es reconocer que se tiene.
lunes, 18 de mayo de 2009
Héroes
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha sido, es y será un ser frágil, vulnerable e inseguro. No puede vivir individualmente, debe hacerlo en comunidad, para no tener sensación de soledad y ese miedo se mitigue. Hay muchas teorías que hablan de porqué el hombre vive en sociedad para desprenderse del miedo, incluso teorías que justifican la aparición de la política partiendo de esta situación. Pues bien, algo tendrá de cierto, ya que a día de hoy aún se buscan héroes.
La tendencia de la sociedad es buscar héroes. Ya sea en cómics, series, dibujos, incluso glorificar personas de la calle, porque en su día a día hacen una buena acción. Suelen ser representados como alguien que nos salva, a toda la humanidad en general o a una persona en particular, de algún peligro, alguna amenaza. Puede que tengamos un héroe porque gracias a sus súper poderes ha frenado el avance de unos mutantes que iban a acabar con la raza humana, y también puede ser que tengamos un héroe por evitar que atropellen a una mujer.
Las diferencias están en que uno es de ficción, que siempre estará allí para salvar a la humanidad. Tendrá miles de fans que compren sus cómics, vean sus películas, y de hecho harán que a su creador se le pudran los billetes en la piscina de su mansión. El otro puede que sea tu vecino, o un amigo, que un día te coge de la chaqueta porque tú no has visto que el semáforo está en rojo e ibas a cruzar, y un segundo después pasa una moto como alma que lleva el diablo, y se te hubiera llevado por delante.
Los dos tipos de héroes nos salvan, nos reconfortan, les debemos unas cuantas. Pero hay que distinguir entre el héroe que te entretiene un par de horas, y ya no sólo el que te salve de un atropello, si no ya el que te aguanta con estoica paciencia cuando estás mal, o te soluciona varios problemas de un plumazo. En definitiva, el que te hace sentir bien, y seguro porque sabes que te va a salvar, que es lo que al fin y al cabo hace un héroe.
Este post en teoría tenía que tratar sobre mi héroe, pero no sabría capaz de inclinarme. Últimamente me han marcado las súper producciones de “X-Men” y “Lobezno”, por lo que serían mis favoritos para la ficción. En cambio, para la realidad no tengo un héroe, tengo muchos. Son ese grupo de la sociedad que forma mi entorno que día a día, me hacen sentir a gusto, tranquilo y seguro, y me ayudan en las dificultades, como hace un héroe.
Es más que probable que caiga en varios tópicos, pero antes que tener cerca alguien con garras de un metal indestructible prefiero tener a alguien otro que tenga un rato pasa divertirme.
lunes, 4 de mayo de 2009
Mi Espacio
Se dice que cada persona tiene un espacio. Un espacio en el que esta serena, tranquila, un espacio en el que se siente segura, al que necesita acudir cuando se le tuercen las cosas. No sé si será un espacio vital, como dicen algunos, pero la verdad es que todos necesitamos un espacio en el que sentirnos nosotros mismos.
Supongo que mucha gente identificará ese espacio con su habitación, muchas veces entendida como un refugio, un lugar donde impera la soledad, ergo nadie puede molestarte cuando no quieres ser molestado. A mí no me gusta la soledad, y lo demuestra el hecho de que en mi habitación entro cuando me voy a dormir y salgo cuando me levanto. Yo, para sentirme seguro, sereno y relajado, necesito relacionarme, estar con otra gente, y, aunque nunca hubiera dicho que me pasaría tanto tiempo en uno de estos, la verdad es que mi espacio es un bar.
Vivo en un pueblo llamado Breda, y en la carretera del pueblo hay un bar, llamado 33. Es un bar pequeño y acogedor. Cuatro paredes en las que se relaciona la gente de mi pueblo, de todas las edades, y pasamos todas juntas un buen rato. Ya sea hablando, jugando a la diana, escuchando música o echando una partida a los múltiples juegos de mesa que hay a tu disposición, yendo de las cartas o los dados a juegos como el trivial, el monopoly, e incluso el ajedrez. El 33 es el espacio en el que me relaciono, y me siento tranquilo. Con mis amigos, vamos a celebrar los buenos momentos, y a aguantar los malos. Y siempre nos encontraremos con otros amigos. Y siempre oiremos unas buenas palabras. Porque se ha convertido en mi espacio. El mío y el de mis amigos, pero es que sin ellos mi espacio seria el vacío.
Se dice que se necesita un espacio en el que se necesite estar solo, y así sentirse inmune a todo lo malo que pueda venir. También estamos los que pensamos que estar solo te puede hacer vulnerable, y aunque sé que este post iba sobre decribir tu espacio, reitero que en mi espacio necesito a los míos a mi lado.
Por ello, en esas cuatro paredes naranjas que nos hacen sentir como en casa, tengo mi espacio.
Supongo que mucha gente identificará ese espacio con su habitación, muchas veces entendida como un refugio, un lugar donde impera la soledad, ergo nadie puede molestarte cuando no quieres ser molestado. A mí no me gusta la soledad, y lo demuestra el hecho de que en mi habitación entro cuando me voy a dormir y salgo cuando me levanto. Yo, para sentirme seguro, sereno y relajado, necesito relacionarme, estar con otra gente, y, aunque nunca hubiera dicho que me pasaría tanto tiempo en uno de estos, la verdad es que mi espacio es un bar.
Vivo en un pueblo llamado Breda, y en la carretera del pueblo hay un bar, llamado 33. Es un bar pequeño y acogedor. Cuatro paredes en las que se relaciona la gente de mi pueblo, de todas las edades, y pasamos todas juntas un buen rato. Ya sea hablando, jugando a la diana, escuchando música o echando una partida a los múltiples juegos de mesa que hay a tu disposición, yendo de las cartas o los dados a juegos como el trivial, el monopoly, e incluso el ajedrez. El 33 es el espacio en el que me relaciono, y me siento tranquilo. Con mis amigos, vamos a celebrar los buenos momentos, y a aguantar los malos. Y siempre nos encontraremos con otros amigos. Y siempre oiremos unas buenas palabras. Porque se ha convertido en mi espacio. El mío y el de mis amigos, pero es que sin ellos mi espacio seria el vacío.
Se dice que se necesita un espacio en el que se necesite estar solo, y así sentirse inmune a todo lo malo que pueda venir. También estamos los que pensamos que estar solo te puede hacer vulnerable, y aunque sé que este post iba sobre decribir tu espacio, reitero que en mi espacio necesito a los míos a mi lado.
Por ello, en esas cuatro paredes naranjas que nos hacen sentir como en casa, tengo mi espacio.
Cambios en la gestión del tiempo de ocio
En los dos últimos siglos ha cambiado radicalmente la visión inicial del capitalismo. Se ha pasado de trabajar de sol a sol y todos los días de la semana, a un punto totalmente distinto. Ahora tenemos una semana de 5 días laborables y 2 festivos, 8 horas de trabajo al día, y un mes de vacaciones pagadas. Podemos decir que si los trabajadores han conseguido todos estos progresos en lo que se refiere a tiempo y remuneración en el trabajo es gracias a las luchas de la clase obrera durante estos dos años. Si somos simpatizantes de la patronal, diremos que ha sido gracias a las filosofías Keynesianas: “dale tiempo de ocio y dinero al trabajador, y será otro consumidor, y total, más dinero para mí”. Podemos pensar una u otra, pero el caso es que ahora tenemos mucho más tiempo de ocio, y muchas más opciones para consumir ese tiempo de ocio.
Espectáculos, conciertos, ferias, festivales, viajes, bares, etc. Son recursos de ocio que han existido y existirán durante siglos y siglos. En ellos, hay interacción con otras personas, mayor o menos, ya sea por una larga conversación, cantar conjuntamente o una canción, o disfrutar con la pareja/familia/amigos de un lugar exótico. Pero un nuevo elemento se ha introducido en el ocio, arrasando y creando un imperio que no sólo ha cambiado la forma de gastar tu tiempo de ocio, también con quién, y es que cada vez lo hacemos solos. PlayStation, mp3, internet, etc., nos proporcionan mucho entretenimiento de una forma sencilla, y sin necesidad de tener a nadie alrededor. Aunque se creen redes sociales, aunque se puedan jugar con varios amigos a las consolas, la verdad es que cada vez se ven menos niños en la calle, y cada vez más niños solitarios, que se encierran en la habitación con el ordenador.
Resulta paradójico que, cuanto menos tiempo de ocio tenemos, la tónica es salir cada vez salir menos de casa. Por suerte, siguen habiendo los espectáculos, y detalles de antes, como por ejemplo un bar, donde poder hablar con los amigos, y pasar tranquilamente el rato. Porque aunque no sea tan emocionante como ir a un parque de atracciones, también se pasa bien, y aunque existan 50.000 redes sociales, unas risas siempre serán más poderosas que un emoticono.
Espectáculos, conciertos, ferias, festivales, viajes, bares, etc. Son recursos de ocio que han existido y existirán durante siglos y siglos. En ellos, hay interacción con otras personas, mayor o menos, ya sea por una larga conversación, cantar conjuntamente o una canción, o disfrutar con la pareja/familia/amigos de un lugar exótico. Pero un nuevo elemento se ha introducido en el ocio, arrasando y creando un imperio que no sólo ha cambiado la forma de gastar tu tiempo de ocio, también con quién, y es que cada vez lo hacemos solos. PlayStation, mp3, internet, etc., nos proporcionan mucho entretenimiento de una forma sencilla, y sin necesidad de tener a nadie alrededor. Aunque se creen redes sociales, aunque se puedan jugar con varios amigos a las consolas, la verdad es que cada vez se ven menos niños en la calle, y cada vez más niños solitarios, que se encierran en la habitación con el ordenador.
Resulta paradójico que, cuanto menos tiempo de ocio tenemos, la tónica es salir cada vez salir menos de casa. Por suerte, siguen habiendo los espectáculos, y detalles de antes, como por ejemplo un bar, donde poder hablar con los amigos, y pasar tranquilamente el rato. Porque aunque no sea tan emocionante como ir a un parque de atracciones, también se pasa bien, y aunque existan 50.000 redes sociales, unas risas siempre serán más poderosas que un emoticono.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)