Se dice que cada persona tiene un espacio. Un espacio en el que esta serena, tranquila, un espacio en el que se siente segura, al que necesita acudir cuando se le tuercen las cosas. No sé si será un espacio vital, como dicen algunos, pero la verdad es que todos necesitamos un espacio en el que sentirnos nosotros mismos.
Supongo que mucha gente identificará ese espacio con su habitación, muchas veces entendida como un refugio, un lugar donde impera la soledad, ergo nadie puede molestarte cuando no quieres ser molestado. A mí no me gusta la soledad, y lo demuestra el hecho de que en mi habitación entro cuando me voy a dormir y salgo cuando me levanto. Yo, para sentirme seguro, sereno y relajado, necesito relacionarme, estar con otra gente, y, aunque nunca hubiera dicho que me pasaría tanto tiempo en uno de estos, la verdad es que mi espacio es un bar.
Vivo en un pueblo llamado Breda, y en la carretera del pueblo hay un bar, llamado 33. Es un bar pequeño y acogedor. Cuatro paredes en las que se relaciona la gente de mi pueblo, de todas las edades, y pasamos todas juntas un buen rato. Ya sea hablando, jugando a la diana, escuchando música o echando una partida a los múltiples juegos de mesa que hay a tu disposición, yendo de las cartas o los dados a juegos como el trivial, el monopoly, e incluso el ajedrez. El 33 es el espacio en el que me relaciono, y me siento tranquilo. Con mis amigos, vamos a celebrar los buenos momentos, y a aguantar los malos. Y siempre nos encontraremos con otros amigos. Y siempre oiremos unas buenas palabras. Porque se ha convertido en mi espacio. El mío y el de mis amigos, pero es que sin ellos mi espacio seria el vacío.
Se dice que se necesita un espacio en el que se necesite estar solo, y así sentirse inmune a todo lo malo que pueda venir. También estamos los que pensamos que estar solo te puede hacer vulnerable, y aunque sé que este post iba sobre decribir tu espacio, reitero que en mi espacio necesito a los míos a mi lado.
Por ello, en esas cuatro paredes naranjas que nos hacen sentir como en casa, tengo mi espacio.
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